Por Claudia Amaro | 15 de Septiembre 2020
Desde la llegada del COVID-19, los cambios ya son una constante en nuestra vida, noticias nuevas cada día, sucesos inimaginables a nivel mundial, y el caos en cada una de nuestras familias con niños en edad escolar por el regreso a clases. En pocos días hemos sido testigos de cambios en decisiones de políticos, líderes comunitarios y escolares y hasta los que somos padres de familia nos tuvimos que enfrentar a tomar una decisión que pudiese afectar la educación de nuestros hijos, al menos durante este nuevo ciclo escolar que dio inicio la semana pasada en Wichita.
El uso de mascarillas, la revisión de temperatura diaria, los diferentes horarios, los espacios dentro y fuera del hogar, la salud física y mental; estas y muchas cosas más se tuvieron que considerar antes de tomar la decisión ya sea de enviar a los hijos a estudiar a la escuela de manera tradicional o decidir si estudiasen desde casa este semestre.
Los diferentes distritos escolares dieron opciones, casi ninguna perfecta para las necesidades y compromisos de cada familia. La mayoría de las escuelas privadas ni si quiera ofrecieron una alternativa y solo permitieron el regreso a clases de manera presencial.
Las escuelas públicas de Wichita ofrecieron tres diferentes opciones para los niños que van desde Kinder hasta 5º grado este primer semestre del ciclo 2020-2021. La primera opción es el regreso a clases presencial o tradicional, en el cual los niños tienen que presentarse a su escuela para recibir sus lecciones diarias. La segunda opción, My School Remote, en la cual los menores obtuvieron un dispositivo electrónico para tener sus clases desde casa, conectándose a internet por la mañana y trabajar dentro de un horario con un maestro al otro lado de la pantalla. La tercera opción es en realidad para los niños autodidactas que no necesitan la asesoría de un maestro para completar sus tareas y aprender, en esta opción no hay que seguir ningún horario solo cumplir con sus tareas. Los estudiantes de secundaria y preparatoria en Wichita se han tenido que conformar con la única opción de quedarse a cursar el semestre desde sus hogares.
Las fotos y frases compartidas en las redes sociales sobre la primera semana de clases fueron muy diferentes a otros años.
Brenda Zarazua trata de acostumbrarse a la nueva situación con cuatro hijos, la mayor en preparatoria, un niño en tercer grado, su tercer hijo en Kinder y el más pequeño en Pre-Kinder. La mayor se quedó a cursar el semestre desde casa pues no había otra opción para ella, sin embargo, Brenda y su esposo tuvieron que tomar una decisión por los pequeños quienes atienden a la escuela primaria Park en el norte de la ciudad. “Decidimos inscribirlos en My School Remote primeramente por la seguridad de ellos” dice Brenda, “Pensábamos mandarlos a la escuela, pero cuando supimos del segundo brote decidimos que era la mejor opción dejarlos en casa”.
A pesar de lo diferente de la situación, los pequeños estaban emocionados de ver nuevas caras, de conocer a sus maestros y reencontrarse con sus amigos, aunque fuera de manera virtual. Sin duda fue un verano largo para ellos. “Después de tanta emoción y felicidad; todo termino al tercer día de clases pues ya estaban cansados de pasar tanto tiempo sentados en la computadora.” Nos cuenta Brenda y agregó que en momentos se sintieron todos frustrados pues tuvieron problemas técnicos con el internet y las computadoras de la escuela. Definitivamente la familia de Brenda ha tenido que aprender mucho en solo una semana, por ejemplo, que necesitan nuevas maneras de organizarse en casa, ella ahora entiende que ya no puede hacer todo lo que lograba hacer en un día antes de la pandemia, y reconoce que tendrán que aprender a ser más pacientes. Su hija mayor, quien también podría apoyarla con los más pequeños ahora tiene sus propias responsabilidades pues también tiene que estar presente en sus clases por internet y realizar las tareas que suelen ser más largas cuando son de manera virtual. Los padres que han elegido inscribir a sus hijos para que tomen sus clases desde casa ahora desempeñan un papel muy importante en el proceso como nos cuenta Brenda “Hay momentos en los que tengo que sentarme con ellos a asesorarlos en la computadora o a asistirlos con las cosas que necesitan, a veces siento como si yo fuera la parte física de la maestra en línea”. Aun así, Brenda no se arrepiente de su decisión pues entiende que los cambios son difíciles y es un momento de adaptación y sobre todo de trabajo en equipo y dice ella, es momento de pedir a apoyo a los esposos ya sea con los hijos o en las tareas del hogar, así como a los maestros para que capaciten a los padres que no saben cómo ayudar a sus hijos o incluso no saben usar la computadora.
María Esparza tiene cuatro hijos, tres de ellos en edad escolar: uno en 2º, otro en 3º y el mayor en 5º grado. Ella y su esposo decidieron enviarlos a la escuela de manera tradicional, así que por las mañanas un pequeño autobús escolar pasó por ellos para llevarlos a la escuela Minneha localizada al este de Wichita. Tomar la decisión no fue fácil para esta familia, pero una de las cosas que consideraron al momento de hacerlo fue la experiencia que tuvieron con ellos al final del año escolar pasado cuando se suspendieron las clases presenciales por causa del COVID-19 y fue muy difícil que los niños tuvieran la disciplina de terminar sus trabajos en casa. “Cuando platicamos con nuestros hijos sobre el regreso a clases se miraban tristes, porque les dijimos que todo iba a cambiar que ya no iba a ser como antes” María trataba de prepararlos psicológicamente para los cambios que tendrían que enfrentar sin embargo se dio cuenta de que los pequeños estaban sintiendo un miedo extremo de salir y ver gente con cubre bocas “Cuando vi su reacción decidí sacarlos un poco más, pues tenían que aprender de que el virus si es peligroso pero no pueden tener un miedo paralizante, además vi la oportunidad de poder enseñarles el uso correcto del cubre bocas y desinfectante, más disciplina a la hora de salir y acostumbrarlos al auto control para que no tocaran todo lo que veían”.
Una de las cosas que sorprendió a María esta primer semana es que muchos padres de familia de la escuela Minneha optaron por llevarlos a clases presenciales y de las cosas que ha notado es que sus hijos son más independientes, “tuve que confiar en que todo lo que les enseñe lo iban hacer, ahora ellos mismos me recuerdan que deben llevar su cubrebocas” y aunque los niños le platican que ahora todo es muy diferente ellos llegaron contentos y hasta los notó más platicadores a la hora de comer en familia. Una de las cosas que hizo que María se sintiera confiada esta primera semana fue la comunicación que la escuela ha tenido con ella. Ella y su esposo se sienten conformes con la decisión que tomaron pues, aunque hubo momentos en que lo dudaron lo único que extraña es estar más involucrada como antes que podía visitar a sus hijos en la escuela e involucrarse más en cualquier momento, algo que por ahora no puede hacer.
Los hogares de Brenda y María, así como los de muchas familias enfrentaron una de las semanas más difíciles en los últimos tiempos. El cambio y la adaptación a la “nueva normalidad” no ha sido fácil y requerirá de tiempo, paciencia y trabajo en equipo como ellas mismas lo compartieron en esta entrevista. Muchos padres de familia están acudiendo a su creatividad para ayudar a que sus hijos tengan un semestre productivo. Las familias están revaluando sus prioridades donde muchos están poniendo su salud mental y física como lo más importante en su lista y eso también requiere comunicación y trabajo en equipo. Sin duda alguna esta primera semana de clases será solo un parte aguas y parte de la formación resiliente de esta nueva generación de estudiantes quienes con el cariño de sus familiares y maestros lograrán sus metas.
La superintendente Alicia Thompson dijo en reciente entrevista con el periódico The Wichita Eagle que en su visita a diferentes escuelas durante la primera semana de clases observó que tanto los alumnos como miembros de la facultad hicieron un gran trabajo con el uso de las mascarillas y tomaron las debidas precauciones para que todos se sintieran seguros.
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